RELOJ

jueves, 1 de noviembre de 2012

Letras huecas.


Hay horas en que el recuerdo, que es nuestra vida y muerte al mismo tiempo, se adormece y el pensamiento vive un rato feliz, pero cuando por cualquier circunstancia nos llega el perfume de lo que queríamos, se despierta el corazón y las vida se hace una visión trágica y angustiosa… 11 años sin tener apoyo paternal  en cuerpo, pero en alma lo tengo cada segundo de mi caminar.

Llega un día señalaito , violado y de fuego, dónde suena  las inmensas arpas de un viento triste, dónde las brumas de la tristeza te aborda con más intensidad, dónde la  desgarradora ausencia te hace visitar la cárcel de la melancolía, dónde un sonido de timbal te acompaña  hasta el final de nuestra existencia.

Se estrecha un algo en tu cuerpo, tus sentidos son esclavos de un sentimiento, y con un golpe de martillo te deja en un balanceo sin rumbo y extraviado en un no sé dónde.

Bajo el  dosel musical de la soledad, abrimos la puerta a la festividad de los difuntos, 2 el número y Noviembre el mes de cada año, para ellos y aquellos  que viven en el paraíso dónde no existen las lágrimas, ni los triunfos ni derrotas, ni las alegrías ni penas, solo lo angelical y lo divino.

No hay remedio para cuando te visita ese algo tan terrible, pero si hay alivio para ese bosque frio y cruel donde te sumerges, familia y amigos, con su  cobijo y apoyo, con su espacio que te prestan para poder escribir letras conjuntas para  ver la luz, y con…, y poner tu fuerza de superioridad para hacer tus ecuaciones de futuro, te  desafia  la vida.
                                      @manuecarrasco


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