El otoño es el dolor besado por la naturaleza.
Todo cae bajo la penumbra divina de la melancolía, que borra
los colores fantásticos, para preparar la entrada del inmenso gris. El otoño
es una meditación musical de las cosas.
Siempre que paséis por las sendas otoñales, observar la dignidad con que
mueren las plantas, los árboles.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwt5GKAcujy84CoSrY__slA2DWWJFUMd6opfQD6orB_O8nvfKBHiWRENE8EcXlRVo3tq2HbBa4m7NNOvN2j80ZUwD7l6xZ9zARUDEekbjY0Da6ycnmWwh7hqT_9wKJ0Li24YYdTu3D__U/s1600/images+(1).jpg)
En definitiva, canto
doloroso en la música del año, lujuria desenfrenada del verano por sus noches
pasionales, sus días perversos de
colores y sonidos se cambia por un arrepentimiento místico y
armonioso.
Pero no todo es feo y de bajo color, también tiene sus
leyendas buenas, sus momentos brillantes, su toque ideal a las cosas.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEif7E4AtYOYFm5IQKRuohaAiCdz1r44Kiaa7kptU3prvh6ciTA7gGn6Z4pu_oNNzMLBiiaT81YxX7yjsAJqlC9CtZD5H4iNV-e8STnbCZGkEuBXp-Lu-mxMq76xYs_kB_unERI2iVKwtbU/s1600/images+(2).jpg)
Todo es raso de sonido, pero con pureza de amor genial.
@manuecarrasco
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